Es un poco difícil arrancar esta nueva entrada. Hasta este día nunca subí una nota de historia, pero creo que el momento llegó para hacerlo. Nunca antes pude expresar en un texto mi vivencia acerca de un hecho que marcó a fuego mi vida. Este 18 de julio se cumple el aniversario número 16 del atentado a la mutual judía AMIA
Tan sólo tenía 3 años de edad. Algunas personas dicen que uno no puede recordar muchas cosas de cuando era pequeñito, pero si mi mente no me deja mentir o inventar, de tantas veces que conté la historia a amigos, familiares y compañeros de la vida, voy a narrarles mi experiencia personal, ya que soy hijo de un sobreviviente del nefasto atentado a la sociedad Argentina.
Mucho no entendía, pero mi vieja se fue corriendo tras dejarnos en casa de mi abuela para Pasteur. Mi papá trabajaba dentro de la mutual. Sonaba insistentemente el teléfono para saber si había novedades sobre mi viejo, pero como en esa época recién empezaban a salir los celulares, no había una forma fácil de comunicarse. Veía llorar a mi hermano y a mis abuelos. La televisión estaba encendida con un móvil desde el barrio de Once y dentro de mí inocencia solté el comentario: Papá es famoso, papá es famoso! Está en la tele.
Ese fue un momento que no podré olvidar jamás en mi vida. Aunque en ese segundo yo no me di cuenta realmente lo que estaba pasando, nos pudimos enterar, gracias a la televisión, que mí papá seguía con vida.
Yo no soy creyente, pero hay veces que me vuelvo a replantear si realmente el destino o algo más existen. El sólo hecho de pensar en como hubiese sido mi vida, sin tener a mi padre al lado mío, me hace reflexionar siempre lo poco que valoramos a la vida.
Es por eso que más allá de todo lo que puedo contar sobre este momento oscuro y criminal de nuestra sociedad, quiero dejarles este mensaje. Disfruten, aprovechen de amar y cuidar sus familiares. Muchos ya no los tienen con ellos. Por las 85 victimas de AMIA, por todas sus familias. Piénsenlo.
