Anoche soñé contigo

Soñar, ¿que lindo no? Claro, quien no ha tenido sueños en su vida. Quien no pensó mientras descansaba, en la mujer de su vida, en reencontrarse con seres queridos que extraña o en propios logros que le gustarían obtener. Contaré una infidencia de un sueño que tuve hará pocos días.
Ahí, sentado en la mesa del comedor de su casa en la avenida Rivadavia, se encontraba el viejito. Mi bisabuelo, Isaac. Gracias a dios tuve la suerte de conocerlo. Sí, era chico, pero dicen que cuando sos pequeñito, las personas o las acciones buenas te quedan grabadas.
Fue así, que nos sentamos a jugar un truquito, mientras charlábamos del Mundial. ¿Vos como ves a la Selección, futuro periodista deportivo? Me preguntó, mientras tomábamos un matesito.
Yo creo que nos va a ir muy bien, pero hay rivales durísimos, como Alemania, España y Brasil, le contesté.
Él me retrucó, pero mira que nosotros tenemos grandes jugadores. Y ahí, inmediatamente le consulté, ¿vos, no podrás hablar con alguien allá para que nos den una manito?
Mira, me dijo el viejito con su sonrisa siempre intacta, yo muchos contactos no tengo, pero vos seguí soñándolo como cuando eras pibe que capaz te llevás una sorpresita.
Y me desperté lamentando no poder seguir con esa charla, pero recordando junto a mis padres lo que el abuelo me había dicho, que más esperanza puedo tener. Ojalá que él pueda hacer algo, ya una manito contra México hubo.
Que lindo que es soñar….